Hoy voy a hablaros de un Genio peculiar: Thelonious Monk. No sé que tiene Monk pero su música me atrae de un modo especial. Algunas de sus piezas están en el imaginario colectivo de mucha gente, como Round Midnight. Monk es un universo musical aparte, único y , posiblemente, irrepetible, de esos músicos que parece que crean algo nuevo de la nada y a los que difícilmente se le adivinan las influencias. Su música es algo dura de escuchar al principio, pero extremadamente original. Su modo de tocar el piano y sobre todo de escribir piezas no me recuerda al de nadie anterior a él. Una vez más Estados Unidos, cuna del Jazz, vió crecer y desarrollarse a uno de los principales Boppers que tendría una especial influencia tanto en los miembros de su generación como en muchos músicos posteriores. A pesar de estar enmarcado dentro del movimiento del Be Bop, Monk tiene un aroma especial que lo diferencia. No es mejor ni peor que Bird o Miles, pero supo crear algo que muy pocos músicos saben hacer: un lenguaje propio. No hay más que escuchar su archiconocida Balada que ya nombré unas líneas arriba:
El primer tema que aprendí a tocar de Monk fue Ask me Now, genial melodía sobre unos cambios de acordes poco habituales para la época de la que, por cierto, os recomiendo la versión de Jonathan Kreisberg. Eso es algo que me encanta de Monk, sus progresiones armónicas son algo que en esos años no se esperaba, sobre todo a nivel cromático, como demuestra en temas como Epistrophy O Well you needn´t. Al menos eso es lo que me parece a mi cuando escucho o leo a Parker, padre del be bop, que no me recuerda para nada a Monk.
Leyendo la autobiografía de Miles Davis, el trompetista comentaba que no le gustaba tener como acompañante a Monk en su sección rítmica, ya que su uso del silencio, el tiempo y la síncopa no eran adecuados para ayudar al swing de una banda de la época, su modo de tocar era tan peculiar que a veces costaba encajar en un combo. Pero precisamente por eso mismo Monk será recordado, por no querer quedarse contra las cuerdas, recibiendo los mismos golpes que todos sus compañeros recibían, ni tomando las mismas direcciones al improvisar o acompañar. Para escuchar todo esto no hay más que fijarse en los discos que Monk grabó en solitario, únicamente con su piano, dónde la libertad interpretativa, en muchos casos de música escrita por él mismo, se desborda en un sinfín de nuevas y buenas ideas. Hasta escribiendo blues (una de las formas más comunes en el Jazz) como en el caso de Misterioso, tenía su peculiar modo de enfocarlo, también visible en su archiconocido Blue Monk
Monk fue uno de los precursores del Be Bop, junto a Bird o Dizzy, y tras una primera temporada como organista de un predicador evangelista con el que recorrió muchos kilómetros, decidió establecerse en Nueva York, dónde el innovador baterista Kenny Clark le incorporó dentro de la banda fija del Minton´s Playhouse, uno de los clubes donde nació ésta música. Durante esa época Monk fue perfeccionando su estilo en incansables Jam Sessions junto a Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Miles Davis, Fats Navarro o Bud Powell. Nueva York ardía de nueva música en los años 40 y 50 , y Monk fue uno de los que encendió el fuego!!
A pesar de todo esto, parece que la crítica y el público tardaron en reconocer el fantástico quehacer musical de Thelonious Monk y no sería hasta acompañar a Coltrane cuando todo el mundo comenzó a comprender su peculiar universo musical y su fama se extendió mundialmente.Thelonious, tu original estilo quedará para siempre entre los memorables momentos de la historia de la música. Disfruten de Monk, Señores!!
Pd: Como curiosidad, el libro El dulce veneno del Jazz, de Charlotte Carter, nombra cada uno de sus capítulos con el título de una composición de Monk, ya que la protagonista de ésta novela policiaca , una Jóven Saxofonista, es una apasionada de su música . Una novela sencilla y entretenida, con algo de negritud e intriga para pasar un buen rato.
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